Qué casualidad que sólo existas cuando el pueblo se moviliza
y se organiza para parar el fascismo en las calles de Atenas. Antes de las
movilizaciones, todos los medios guardaban silencio por tu asesinato. Ha sido
la respuesta de un pueblo lo que ha colocado tu muerte en el punto de mira.
Los nazis son desalmados, asesinos, animales y monstruos,
pero sirven a alguien: sirven al gobierno, a la troika, a los llamados
mercados. Porque, como excelentemente nos contaba Bertolucci en Novecento, son
los patronos los que han plantado a los fascistas. Eso nunca se puede olvidar.
Amanecer Dorado es el cuchillo de las políticas neoliberales. Unos hacen que la
gente se suicide (Dimitris Christoulas) y otros, directamente, apuñalan en el
corazón.
Por eso, ver a la policía proteger las sedes de Amanecer
Dorado no nos sorprende. No nos sorprende que los uniformados antidisturbios
sean el único apoyo que tienen los fascistas en las calles. Todos sabemos ya
que Amanecer Dorado es la fuerza parapolicial en Grecia, y no hace falta
esforzarse mucho para verlo.
Por eso, compañero Killah P, con dolor, odio, rabia, vamos a
seguir gritando con toda nuestra fuerza, con todo el aire de nuestros pulmones
¡No pasarán!
Porque eres nuestro compañero. Te han matado por ser
antifascista, no por ser rapero. Puedes sentirte orgulloso de la respuesta que
ha dado el pueblo griego, como todos llevamos sintiéndonos orgullosos de ese
pueblo desde hace bastante. Juro que sueño con disturbios y sedes de Amanecer
Dorado en llamas, y juro que, cuando alguien alabe a Islandia por encima de
Grecia, gritaré improperios hasta quedarme sin fuerzas.
Juro que seguiremos luchando, pues ese continúa siendo el
mejor homenaje. Juro que escribiremos tu nombre en pancartas, en paredes de
edificios, y en el muro de los caídos, el muro de los mártires, que cada vez se
hace más grande: Carlos, Clèment, Guillem, Alexis, Carlo.
Porque sabemos que los fascistas no se van a salir con la
suya. Juro que tarde o temprano, a esos miserables les va a llegar su Stalingrado.
Y sentirán miedo. Sentirán miedo cuando el pueblo organizado les haga acabar
como Mussolini, colgado en una gasolinera. Las predicciones del viejo
Christoulas se cumplirán tarde o temprano, hermano. Me jode que te hayas ido
para verlo. Mañana serán los fascistas los que lloren.
Infinita solidaridad, y que la tierra te sea leve,
compañero.
Seguimos con la capucha, seguimos en la barricada.
Nos vemos en el Valhalla.
¡No pasarán!