jueves, 13 de febrero de 2014

Los condenados de la tierra.

Soy un discurso de Angela Davis
Soy el orgullo, la autodefensa
Soy las piedras lanzadas contra el policía
Soy los ojos brillantes de la pantera

Soy aquella madre esperando la inyección
Soy la pila de cadáveres flotando en el mar
Soy las moscas alrededor del niño con inanición
Soy el desangrado por la herida colonial

Soy Fanon diagnosticando la muerte a Europa
Soy los diamantes extraídos de la mina
Soy las patadas de rabia contra la valla
Soy la piel desgarrada por la concertina

Soy la chilaba, soy la piel del tambor
Soy el niño soldado que sostiene el fusil
Soy los pies descalzos pateando un balón
Soy aquel cuya consigna es sobrevivir

Soy el anciano sentado junto al fuego
Soy la fuerza de Shakur y la sonrisa de Mandela
Soy el saqueo y el expolio de mis hermanos
Soy la sangre y sal, polvo que cubre la tierra

Soy los campos arrasados de los campesinos
Soy víctima de indiferencia, de neutralidad
Soy los estallidos de los barrios bajos de Londres
Soy el genocidio en el Congo por el coltán

Soy el viento del desierto, soy la fría noche
Soy dos puños negros levantándose hasta el cielo
Por encima de cabezas bajas en un podio
Soy el hambre y la miseria, pero ya no seré el miedo